14 de enero de 2025

Jueves 9/1/2025







MENSAJE 583

El Aviso, será dado a través de quienes pueden y deben manifestar la voluntad del Padre, haciéndolo saber, a todos los medios de comunicación factibles.

En todos los lugares donde María, madre de Dios y corresponsal del cielo en la tierra, ha tenido y tiene, su majestuosa presencia, como Reina de los cielos y de la tierra.

El Aviso, será puesto de manifiesto, entre todos los mortales, sin condición de clases sociales, ni religión o creencias.

El Aviso, será transmitido conjuntamente con el resplandor de una estrella, que crecerá por sí sola e iluminará todo el espacio terrestre.

El Aviso, será antes del milagro, donde la luz abrigará toda duda, donde el resplandor del amor del Hijo, se adentrará en todo corazón por muy duro que éste sea.

El Aviso, anunciará el vertiginoso poder Divino y su infinita misericordia, para dar una nueva alianza, a quienes quieran creer y crean, a quienes quieran oír y oigan, a quienes quieran ver y vean, y verán sus conciencias y serán jueces de sí mismos, para no volver a atentar contra la caridad y acusar con fundamentos erróneos. 

Así como todo aquel que quiera dudar, será puesto a prueba, para que su libre albedrío no sea afectado y su voluntad sea desarrollada con su propio criterio, con toda causa y efecto.

En verdad os digo: que antes de que el sol vuelva a dar luz, muchos se habrán convencido de que Dios es amor y que la infinita misericordia de Dios es amar a todas sus criaturas, hasta las más imperfectas.

Y en verdad os digo: que no habrá quien se libre de la justicia del Todo Poderoso, si no vuelve la espalda al egoísmo, que es el deleite de su perdición y el desarrollo de la de muchas víctimas inocentes.

Por ello quiero deciros que el alma es inmortal, pero el cuerpo debe ser purificado, como purificados sus mentes para dar testimonio de la única verdad.

Amar a Dios es amar al prójimo como a sí mismo.

Veréis el resplandor más alto y más benévolo.

Veréis las luces de mi corazón, manifestación del amor a todos.

Veréis la señal de la cruz sobre vuestras cabezas.

Y veréis el fuego evaporarse como, se evaporan los sueños de una existencia sin límites, ni conciencia de amor, más que el vil metal, que desaparecerá, como la luz y la oscuridad que dará paso a un nuevo amanecer, más sereno y más certero.

La señal de la cruz, será el estandarte de quienes quieran ser Hijos de Dios de los Llorosos, Jesús el Nazareno. 

Y María, abrigará bajo su manto a todos aquellos que duden de su resplandor y de su procedencia, para calmar el temor y la desconfianza como criaturas pobres de espíritu, e infundirá en ellas la llama de su amor, como del Sacratísimo Corazón de mi Divino Hijo Jesucristo.