25 de julio de 2011

Sábado 11 de junio de 2011


DECIMOCUARTO MENSAJE

(Ser fiel servidor del Señor...)

                 
          El fiel servidor del Señor Jesús de Nazaret debe cumplir con los diez mandamientos y ser cauto como sincero, y permanecer en silencio cuando todo es estruendo y difamación. Pero cuando la vuelta atrás  se expanda por todo el continente.
          El siervo fiel de Dios abrirá sus manos para guiar y consolar  a los débiles, así como de su boca saldrán llamas liláceas donde el Espíritu Santo albergará su amor profundo y dejará que el tumulto se paralice para dar paso a la palabra.
         Este es el catorceavo mensaje;  y en el aviso, la luz más potente se apagará, como se cerrarán las bocas más osadas, y sólo la oración dará paso al consuelo y a la perseverancia con Dios y por Dios.
         Por ello, quiero que estéis preparados;  porque lo que ha de venir producirá mucha inquietud y rabia en aquellos que no creen en mí, ni en quienes están por mi.
         Por ello, el fondo del cielo del cielo azul se tornará rojo y el crepitar de los truenos anunciarán la señal del la Cruz que tanto amor dio y padeció.
         Así como su fuego eterno permanecerá por todos los confines de la tierra para dar testimonio de su existencia.
         Un frío profundo, como un huracán desbastador separará el trigo de la cizaña;  y quienes oigan el rugir del sol, que se acojan al silencio del Espíritu Santo, allí donde sea el lugar más seguro y OREN con profundo arrepentimiento por este renacer tan anunciado.
         Ahora quiero que escribas estas pequeñas partituras de un salmo:

         Alabad al Señor porque es justo y vitalmente necesario.
         Alabad a todo aquel que os lleve al lugar seguro.
         Alabad a vuestro entendimiento pobre porque veréis el signo de los signos.
         Alabad al Redentor porque de Él es el Reino de Dios y
         Alabad al Espíritu Santo que dejará su esplendor más visible para la salvación de los justos y de los injustos arrepentidos.




MENSAJE

(El Éxodo)




         EXODO: Huida de un pueblo o nación para su subsistencia ante la caída del propio Imperio Romano Bizantino y las consecuentes religiones y reinados subyacentes que les acompañarán, como una hoja de papel mojada. Es decir, que la primera,  la corona británica caerá, y el resto seguirá el mismo destino, y el águila imperial se alzará a media asta, hasta que la paz sople su armonioso compás por la faz de la tierra.

EL "ÉXODO DESCIFRADO" CORROBORA EL RELATO BÍBLICO