12 de agosto de 2014

Jueves, 7/08/2014




MENSAJE CUADRAGÉSIMO
(Profecías de San Jeremías y San Zacarías)



San Jeremías profeta, que vivió en tiempos de Joaquim y de Sedecías, Reyes de Judá. Profetizó la ruina de la ciudad Santa, así como la deportación del pueblo, y sufrió muchas persecuciones a causa de ello, por lo que es considerado por la Iglesia como figura del Cristo sufriente.

 Predijo, que además, que la nueva y eterna Alianza, alcanzaría su plenitud en el mismo Cristo Jesús; más aún, que, por medio de Él, Dios Padre Todopoderoso escribía su Ley en el corazón de los hijos de Israel, a fin de que Él mismo fuese su Dios y ellos fuesen su pueblo.

Con sus profecías desafió la política de los reyes de Judea y anunció el castigo de Yahvé por la violencia y corrupción social, que rompían la alianza con Dios: Hablan de paz, pero no hay paz, escribió.

El anuncio de la derrota de Judea fue acompañado, por la profecía sobre la futura ruina de Babilonia, la Nueva Alianza Jeremías 31:31 y la restauración.


Jeremías procede del hebreo y significa "Dios pone orden".


San Zacarías profeta, es uno de los profetas menores, a quien se atribuye el libro que lleva su nombre.

Era el padre de Juan el Bautista y el esposo de Santa Isabel. Una de las profecías que recoge el libro de Zacarias en el capítulo 11:12-13, hace referencia directa al precio (30 piezas de plata), que los principales de los sacerdotes ofrecieron a Judas por entregarle a Jesús.

 En otra de las profecías de Zacarías (capítulo 14 versículo 4 y 5 sobre la llegada del dia del Señor), se dice que el monte de los Olivos se separaría en dos y se allanaría el valle del Himón, como se allanó por un terremoto que ocurrió en tiempos de Ocías (o Azarías), rey de Judá, que reinó desde el 809 al 759 a.C.

El libro de Zacarías consta de dos partes, la primera está formada por una introducción y ocho visiones y la segunda dos oráculos.

 Las visiones, son probablemente una mirada simbólica a la historia de Israel, cuyo objetivo sea proporcionar consuelo a los retornados del exilio y estimular la esperanza en su ánimo.

 Zacarías retrata un futuro mesiánico bajo la metáfora de una tierra próspera hacia la cual las naciones vienen en peregrinación, ansiosos de seguir al Dios de Israel.


Zacarías en hebreo significa "Dios se acuerda".


Salmo 21"Acción de Gracias por el Rey"
1Salmo de David.
2Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
 ¡y cuánto goza con tu victoria!
3Le has concedido el deseo de su corazón,
 no le has negado lo que pedían sus labios.
4Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
 y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
5Te pidió vida, y se la has concedido,
 años que se prolongan sin término.
Salmo 22"El justo sufriente"
26Él es mi alabanza en la gran asamblea,
 cumpliré mis votos delante de sus fieles.
27Los desvalidos comerán hasta saciarse,
 alabarán al Señor los que lo buscan.
¡Viva su corazón por siempre!
Salmo 23: Dios, pastor y anfitrión

1Salmo de David
 El Señor es mi pastor, nada me falta:
2En verdes praderas me hace recostar;
 me conduce hacia fuentes tranquilas
3y repara mis fuerzas;
 me guía por el sendero justo,
 por el honor de su nombre.
4Aunque camine por cañadas oscuras,
 nada temo, porque Tú vas conmigo:
 Tu vara y tu cayado me sosiegan.


Alma de Dios, confía en la Divina Providencia.
 Tus dolores cesarán, y podrás volver a sonreír y disfrutar de la naturaleza, como de tus animales.
Sólo Dios Padre sabe de ti y de tu sufrir, como de tus capacidades.
Y Dios hijo, te dará su mano, para que veas el camino con fe firme, y no te dejes llevar por el desencanto de las almas necias y frívolas, que no quieren ver ni oír.

Descansa hoy es un día especial, por tu obediencia, pese al gran desaliento y soledad que sientes, postrada días y días en tu lecho, con escasa movilidad, pero Dios Espíritu Santo, te levantará y te dará la fuerza vital, que otros te absorben y se nutren, para acercarse a Dios Hijo.

Volverás a sonreír, como en los tiempos pasados, y verás tus manos ocupadas, para dar testimonio de tu verdad, que es, ser Fiel Servidora del Señor Jesús el Nazareno.


Jeremías - ( el profeta de las lamentaciones)

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