26 de septiembre de 2018

Jueves 20/09/2018














MENSAJE DUCENTÉSIMO QUINCUAGÉSIMO QUINTO
(El devenir del tiempo)


La incredulidad de muchos es la suma de la falta de información, conocimiento y malas experiencias. Por ello, debes mantenerte al margen de quienes no quieren creer, ni escuchar,

 más que lo que a ellos les interesa.


La vida religiosa está unida, a quienes se dedican en cuerpo y alma a servir a Dios y a los demás.

Los beatos son religiosos/as que se dan como ejemplo, de la gran virtud de entrega y dedicación total y absoluta a la vida monástica y a sus carismas. La beatificación es uno de los pasos hacia la canonización: antes de ser considerado como santo, el individuo en cuestión es declarado siervo de Dios, luego venerable y en una tercera etapa, beato.

Los misioneros son testigos de que Dios no abandona a los hombres. Dedican toda su vida, en riesgo de ultrajes y violaciones de Derechos Humanos, y son víctimas de verdaderas masacres, aún hoy en día. Y en los momentos de violencia extrema, los misioneros se quedan con su pueblo, como columnas de bronce, dando ánimos y protegiendo un pueblo, al que consideran propio e imagen de Cristo.

Los misioneros realizan un trabajo apostólico: la tarea que anuncia el Evangelio, conforme al mandato final, puesto en boca de Jesús de Nazaret, en los Evangelios de San Mateo y de Marcos: 

«Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.»
Evangelio de Mateo 28:19-20a

Y les dijo: 

«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura».
Evangelio de Marcos 16:15 

Los santos son hombres o mujeres destacados en las diversas tradiciones religiosas, por sus atribuidas relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética; este segundo sentido se preserva en tradiciones espirituales no necesariamente teístas
Los santos en la religión católica son canonizados, una vez de ser confirmada su beatificación y que se hayan confirmado mínimo dos milagros.

"Toda comunidad cristiana debería ser un hogar acogedor, para cuantos buscan a Dios, o necesian un hermano que los escuche." 
SS. Su Santidad Francisco I, fecha 28/04/2015

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