13 de febrero de 2012

Domingo 2 de octubre de 2011


CUADRAGESIMOTERCER MENSAJE

( La mar en calma... ) 


        El rugir del León nos dejará sin aliento, y sólo aquellos, que confíen en lo dicho y escrito en todos los medios de comunicación, serán avisados, y protegidos sus hogares, como a sus entes más queridos, como ejemplo de lealtad, y fe firme.
        La luz de su espíritu comprenderá, que es el momento de la recta final, de una situación planetaria, para abrir el entendimiento a esta situación planetaria, donde el desarrollo del espíritu individual, será una asignatura pendiente, para estabilizar la Alianza, entre el Cielo y la Tierra.
        La Nueva Alianza, para volver a ser y sentir, como hijos de Dios, y abrir los corazones de los más necios, como de los más ignorantes, en el Amor Universal.
        Amad al prójimo, como Yo os amo, y veréis un mundo nuevo, después de éstos los últimos tiempos.
        La Luz aparecerá en el Firmamento, como el gran sello del Dios Todopoderoso, y separará el trigo de la maleza, como abrirá nuevos canales de regadío, donde el agua no llega, y cortará el agua de los lugares que crecen en abundancia.
        No confiéis en la calma de los mares, estad atentos al Aviso, y si veis el mar retroceder, es que está encima de los acontecimientos, que de hecho, el hombre sólo él, ha llegado a producir, por su ambición y poder.



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