321. MENSAJE TRICENTÉSIMO VIGÉSIMO PRIMERO
(Teresa Toda y Juncosa, venerable española)
El Papa Francisco firmó, el 3 de Junio de 2013, el Decreto de virtudes heroicas de Teresa Toda Juncosa, fundadora de las Hermanas Carmelitas Teresianas de San José. De este modo, adquiere el tratamiento de venerable y su beatificación queda a expensas de un milagro atribuido a su intercesión.
Teresa Toda y Juncosa nació en Riu de Cañas, municipio de la provincia de Tarragona, el 19 de agosto de 1826, en el seno de una familia campesina, medianamente acomodada. El 7 de julio de 1847, contrajo matrimonio con el joven riudecañense Antonio Guasch Doménech, pero la armonía matrimonial duró unos meses. Antonio, el esposo, se entregó a la ociosidad y a toda clase de vicios, y Teresa tuvo que soportar por su causa, toda suerte de humillaciones y maltratos.
Ni siquiera con el nacimiento de su hija Teresita, al año siguiente, el 28 de mayo 1848, depone Antonio su actitud. Ésta hostigación en él, en el trato injurioso a su joven esposa, hace que Teresa Toda tome una determinación insólita y sorprendente, en aquel contexto histórico: iniciar el proceso de separación matrimonial, ante los tribunales eclesiásticos.
El 5 de agosto de 1848, se le concede la separación interina de la casa, y compañía de su marido durante 3 meses, periodo en el que se debería poner la causa de divorcio, en estado de sentencia.
Antonio enrolado en las filas carlistas, desaparece y nunca se supo de su paradero. También Teresa abandona su pueblo natal y se dirige con su hija a la ciudad de Tarragona.
Madre e Hija responden a la llamada que Dios,
en medio de una complicada situación personal, eclesial y social
Alejada de su doloroso pasado, Teresa se dedicó a la vida de piedad, a las Obras de Misericordia y a la esmerada formación de su hija, orientada por el Dr. José Caixal y Estradé, Canónigo de la Catedral de Tarragona, y después obispo Deseo de Urgel.
Teresa Toda iba descubriendo, poco a poco, en los acontecimientos de su vida la llamada del Señor, a consagrarse en la vida religiosa, y a acoger y educar niñas, preferentemente huérfanas. Para este fin proyectaba la Fundación de una congregación religiosa que se dedicase a esta misión.
Teresa Guasch, su hija, conoció el proyecto de su madre y se adhirió a él, decididamente. Aconsejadas por el obispo Caixal, en 1868, se trasladaron a Barcelona, y allí, no sin cierta oposición, por parte de la autoridad eclesiástica, con otras dos compañeras, Dolores Cotó y Catalina Pera, fueron al fin autorizadas a vestir el hábito religioso, dentro de casa y a formar la primera comunidad de Hermanas Carmelitas Teresianas de San José. El 22 de febrero de 1878. Era el primer ensayo de vida religiosa de la naciente Congregación.
Cinco años después, el 16 de septiembre, 1883, ya aprobadas las primeras Constituciones, hacia la profesión religiosa, junto con su hija y otras tres jóvenes que se les unieron.
En 1885, lograron establecerse en domicilio propio, y más adelante, extender su misión benéfica con la fundación de otras dos casas, y seis en la provincia de Tarragona: Catlar, Reus, El Morell, Garidells, Vallmoll y La Masó.
Sus experiencias de dolor, fracaso, tropiezos y desamparos,
las motivaron y sensibilizaron de por vida, para donarse a Dios en los huérfanos.
Madre Teresa pasó los últimos 7 años de vida casi enferma y casi inválida. El 29 de marzo, de 1893 hizo su testamento, en el que refleja sus mejores sentimientos y los ideales que inspiraron su vida y su obra, sobre todo, su celo ardiente por la gloria de Dios, y una tierna caridad hacia su prójimo, especialmente hacia las huérfanas, a las que personalmente prodigó cuidados maternales.
Fue un modelo de paciencia durante su larga enfermedad. Falleció santamente el 30 de Julio de 1898. A los 72 años de edad, exhortando a sus religiosas a la observancia de las Constituciones y al Sacrificio por las Obras de Dios, a las que se habían consagrado.
"Cuando falta la confianza en la ayuda divina nos podemos bloquear,
por miedo a lo limitado de nuestras posibilidades."
"Dejad que Dios diseñe su proyecto". Son palabras del Papa Francisco, pronunciadas el 50tenario del aniversario de la muerte del beato Juan XXIII.
HOGARES TERESA TODA (PART1)
Hermanas Teresa Toda en Colombia
Con sencillo corazón
Amar y más amar (I Centenario de la Pascua de Teresa Guasch)
