MENSAJE CENTÉSIMO TRIGÉSIMOCUARTO
(Los tormentos del alma desamparada)
Alma de Dios, hoy estás cansada de ver que las almas necesitadas, del abrigo y de la compasión del Hombre, sufren su infortunio.
Almas Yacientes, que buscan incesantemente el auxilio de las Almas vivas, en Dios.
Almas Errantes, fuera de la Luz de Todo Amor incitan, tanto al Hombre, como las almas en pena, que vagan su infortunio en la oscuridad del abismo; hasta que las lágrimas que derraman, les den el cobijo de un alma mejor.
Las oraciones y los buenos pensamientos, avivan el entusiasmo de quienes no alcanzan la Luz; pero esperan con alegría, en su triste caminar, la vida eterna y su resplandor, frente al TODO PODEROSO, con el auxilio ferviente de Jesús y de María.
Las Almas Consagradas son los Pastores, que cuidan del rebaño. Almas entregadas al Dios Padre, al Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Estas Almas Coraje deben ser cautas, pues el maligno siempre acecha sus funciones y sus sacramentos; porque son las almas que dan el pan de vida, a quienes desconocen su propia identidad.
La identidad del buen cristiano es discernir, entre lo ético y lo que es del todo "amoral"; para no caer en el mismo saco de la ignorancia y de la comodidad, de un saber estar o sentir, como de un malvivir, sin colaborar con el bienestar común de todos.
Y, para abolir el mal, se debe conocer la propia identidad de toda una gran Espiritualidad Divina, por medio de la Cruz: camino de salvación y redención.
Almas Santas, que dieron sus vidas por el martirio, de las almas escogidas. Estas almas, en particular, os rodean día y noche, para no desnaturalizar las leyes del TODO PODEROSO. Con tanta maldad e iniquidad, que vivís en la Tierra, por el poder del tener y de poseer, hasta las vidas ajenas.
Almas Víctimas, que vigilan de cerca el exterminio, de quienes osan interferir la naturaleza, que Dios creo para que viváis en armonía y consenso, entre los pueblos hermanos, que desean la paz.
Y, la zozobra amenaza nuevamente el equilibrio, entre toda especie animal, vegetal; poniendo en serio peligro la extinción de superficies de la tierra, y de océanos, en el mar.
El Hombre, criatura desviada del Espíritu Santo, se deja asediar por los espíritus del mal; a través de los actos corruptos y despiadados, como del desarrollo de guerras, que no justifican su mal hacer y deshacer, porque Dios donó la Tierra, para ser testimonio de su fuerza en Ella.
Ángeles Caídos desolaron conciencias, del bien por el mal.
Ángeles Custodios lavarán las imágenes del horror, por el mal.
Ángeles de la Guarda preservarán del mal hacer, a quienes saben qué es entender el abismo de las almas desencarnadas; para no caer en la desdicha, de "los tormentos de las almas desamparadas".
La Oración y los sentimientos reconfortantes, de Amor y de súplica, por el bienestar de quienes sufren la oscuridad y la espera, dentro de su agónica situación del tránsito, entre la vida y de la muerte, como de la muerte misma; les empuja a luchar por mejorar su conducta, y de recurrir a Dios, para alcanzar la gracia Divina de purificación y entrega al Amor Misericordioso y Todopoderosos, del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo Consolador os hará ver en la oscuridad más absoluta; y resistir las tentaciones de querer poseer, lo que no es lícito, para una alma destinada a querer ser y tener el Amor Fraterno del Padre, como del Hijo, así como del Espíritu Santo.
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