MENSAJE DUCENTÉSIMO QUINCUAGÉSIMO
(La Esperanza del silencio absoluto)
Cuando se anhelan noticias e ilusiones esperanzadoras, el silencio absoluto y ver pasar los días se torna áspero cada minuto, cuanto más un día, con sus noches oscuras.
Alma de Dios, las pruebas son silenciosas y muy contrarias a los deseos más esperanzados, pero el silencio traerá reflexión y madurez, como bases asentadas en fundamentos reales, y no ficticios.
El porvenir del mañana sólo Dios puede darte la respuesta. Fe, oración, conformidad y meditación. Y hallarás las gracias que tanto perturban tu vida.
Tendrás las noticias que esperas con ilusión y buenas bases, pero tu cometido es luchar por seguir siendo amiga que nunca falla.
La sombra del silencio desaparecerá por completo, y tendrás la respuesta deseada, para confirmar de que Dios es amor, y de que cuida de su rebaño, cuando éste le llama, después de tantos sin sabores.
Alabarás a tu Dios, como jamás lo hubieras sospechado. Y tu fuerza hará crecer el amor, donde está acorazado y precintado. Para que la Luz del resplandor fluya a raudales, por tu rostro de niña cansada y dolida.
Y, el paso del tiempo te rejuvenecerá, como rejuvenecerán
los mensajes del Cielo, aquí en la Tierra.
los mensajes del Cielo, aquí en la Tierra.
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