14 de febrero de 2023



Jueves 9/02/20223





MENSAJE - 484


   MENSAJE DUCENTÉSIMO CUADRAGÉSIMO SEGUNDO

(Bienaventurados los limpios de corazón)
                                                                                Jueves 21/06/2018

Las Bienaventuranzas que Jesús enseñaba a todos sus discípulos, y a quienes le seguían, para conocer la Palabra de la Verdad y la Vida. Y alimentar las esperanzas de quienes estaban y están sometidos, como abandonados por la sociedad, y explotados por el abuso del poder.

Motivaba el cambio y el entendimiento de muchos, que luego fueron, y son, fieles seguidores y servidores de su doctrina cristiana.

La Verdad y la Vida quedan reflejadas totalmente en ellas, como los bienaventurados, los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Jesús pronunció, en el monte de las Bienaventuranzas, cerca del Mar de Galilea, ante sus discípulos y todo aquel que le seguía, con el fin de corregir los pensamientos de lujuria y codicia, y enseñarles que las personas más felices no son los más ricos y poderosos, sino los más humildes, misericordiosos y los que aman al prójimo.

Las principales disciplinas de la religión cristiana, en las siguientes Bienaventuranzas, se recogen en el capítulo 5, del Evangelio de San Mateo, que es el camino que Jesucristo nos propone para encontrar la felicidad:

1. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
2. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
3. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.
6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.


7. Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los   cielos.
9. Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
10. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos.

Por ello, debéis ampararos en Ellas, y alabar al Señor por su infinita Misericordia, al darnos a conocer cuál es el verdadero camino de la felicidad, a través de las Bienaventuranzas.


Las Bienaventuranzas (Fragmento de la Película Jesús de Nazareth)

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