MENSAJE OCTOGÉSIMO SEXTO
(El poder del Infinito)
Corazón noble: tu labor está abriendo el conocimiento de quienes te siguen. Tu sufrir por mantenerte firme como la roca ante el océano, es voluntad Divina.
Para sacar agua del pozo.. antes tiene que llover.
La sequía amenaza a la Iglesia del Cristo Jesús crucificado, que entregó su cuerpo, para derramar su sangre, y daros de beber hasta saciaros.
Los jóvenes de hoy, no conocen el camino del sacrificio y del buen dialogo, porque la permisibilidad de lo oculto, enturbia sus mentes.
Todo corazón noble tendrá la capacidad de elegir el sendero de la Luz y de la Conciencia, del Bien sobre el Mal.
Todo corazón herido, podrá satisfacer su llanto, con la Justicia Divina.
No habrá un soplo de vida en la Tierra, que no haya sido analizado y debidamente documentado, para dar testimonio del Bien, sobre el Mal hacer de muchos y de la ignorancia de tantos.
Alzad los brazos al Unísono, y pedid oxígeno espiritual del Divino Cristo.
Y alimentaos de Su Cuerpo en la Santa Eucaristía.
Y aclamad Su Santo nombre, a través de sus Ángeles y de sus Santos.
San Juan Bautista anunció la venida del Mesías.
San Juan Bautista, bautizó a Cristo en nombre del Dios Padre, Dios Espíritu Santo. Y por Él, selló al Cordero del Padre, como Hijo Legítimo de su Infinita Misericordia.
Porque Dios sólo hay Uno, y su Espíritu nos dio a Cristo Jesús, para la Redención de todos nuestros pecados, y abrir la Luz de la eternidad por medio de Su Sacrificio y Humildad.
La humildad, es el componente principal para que un corazón noble, actúe con piedad, caridad y misericordia.
El orgullo, mata toda posibilidad de ser piadoso y caritativo,
cuanto más misericordioso.
Amad la Tierra que tanto sufre innecesariamente, porque hay pan y agua de vida para TODOS.
Amad al prójimo, porque sois el reflejo de ellos mismos, hermanos de una misma Tierra, para crecer en Hermandad y absoluta Humanidad.
Apiadaos de quienes sufren toda clase de injusticias y desfavorecimientos.
Apiadaos por quienes están en la Tierra, sin pan ni agua.
Apiadaos de esos niños huérfanos, fruto de las guerras y de los genocidios.
Apiadaos de vosotros mismos, porque sois "carne débil", y el mal acecha con sus atracciones sutiles, como el bienestar económico y la absoluta independencia, haciendo que vuestros corazones nobles, no vean más que su propio "egocentrismo".
Que es: alejarse de la realidad, y os aísla de vosotros mismos, hasta el punto de no ver, donde está el Bien, y donde aparece el Mal.
Compartir vuestras necesidades, con quienes necesitan más que vosotros.
Entregad la firmeza del corazón noble, con vuestras buenas acciones, y Dios perdonará todo error, y aliviará el mal ajeno.
Dad de comer al hambriento. Vestid al desnudo. Y dad asilo, a quienes lo necesitan, porque son tan hijos de Dios, como tú mismo.
Obras sociales del santo Hermano Pedro
CÁRITAS COLECTA ANUAL 2015
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