10 de junio de 2020

Jueves 4/6/2020














344. MENSAJE TRICENTÉSIMO CUADRAGÉSIMO CUARTO

(Aliviar el corazón herido)


Como gotas de agua, como senderos de luz entre la oscuridad, los niños van de la mano, cuando tus oraciones y lamentos son recogidos en el manantial de la misericordia de Dios Padre.

Aliviar el corazón herido, siempre con la serenidad de la fe y la confianza en El TODOPODEROSO.

El dolor es necesario como la oscuridad, para que la luz y el bienestar sean prioridad, para abrir los ojos, y dejaros llevar de la infinita Misericordia del Padre, como del Hijo, así como del Espíritu Santo.

La libertad que quisisteis obtener, es este mundo terrenal, con sus luces y sus oscuridades, cada día y en cada suspiro.

Dios sabe quién es quién, y qué es lo que el amor profundamente espiritual y fraterno es capaz de dar, sin pedir nada a cambio. Por ello, los Ángeles están en vuestras vidas, como compañeros incondicionales, para ayudaros en este caminar hacia el sendero del amor paternal, y único verdadero, que infunde gracias perpetuas, en aquellos que sean elegidos, por méritos propios.



Alabado sea el Señor Jesús, que dio su vida por toda la Humanidad, para que pudierais regresar al Trono del Padre, Omnipotente y Celestial.




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