28 de marzo de 2017

Jueves 23/03/2017










MENSAJE CENTÉSIMO SEPTUAGÉSIMO SÉPTIMO

(La verdadera ilusión ensalza la Esperanza)



La Esperanza se agrieta, cuando el corazón noble sangra de angustia. Y, la desilusión forma parte del amargo dolor.

Alma de Dios, nada es perenne; nada es absolutamente cierto, sin antes dejar pasar el destino, de cada camino, dentro de los cauces naturales.

La ilusión es el candil de la Esperanza, que puede crecer, por momentos. Mantenerse firme, como la roca en el océano, aumenta la fe viva; y la ilusión aparece.

No hay nada imposible, a los ojos del Señor, Jesús el Nazareno. Y todo es posible, si la ilusión abraza  la fe firme y hablas con Dios. Porque, Él escucha tu llanto. Y, puede hacer que el Sol se apague o que brille, con más furor.

La Oración es tu sustento; y ella te dará la Luz de la Esperanza. Y, la fuerza y motivación para poder llenar tu mente, de la auténtica ilusión.

La fe firme abre las puertas, a la Luz del entendimiento más profundo. Y, este alcanza la fuerza necesaria, para el impulso de la motivación y de la Esperanza. Haciendo, que la ilusión sea el agua de Vida; como en un manantial, que reflejas cómo eres y cómo debes seguir siendo. Porque, sólo Dios, puede hacer que lo posible, sea imposible. Y que el dolor desaparezca.

Por ello, no debes angustiarte. Porque, el Buen Dios te levantará con la fuerza de la fe. Y, te dará de beber del manantial de la ilusión y de la Esperanza Vital.


La voz del Espíritu

Vivíamos con Dios

La esperanza de la luz de Dios

pelicula el manto sagrado