26 de septiembre de 2017

Jueves 21/09/2017












MENSAJE DUCENTÉSIMO TERCERO
(El furor del viento)


Cada día y cada noche, el tiempo cambia. Y la temperatura salta a capricho, porque el hombre en su osadía sigue sin poner remedio, a tanta desdicha.

Los más afectados, siempre, son los más débiles y más desfavorecidos. Pero esto va a cambiar. Y el viento huracanado asolará a ciudades elitistas, formando fango y destruyendo las grandes urbes.

Alma de Dios, ten calma. Ayer padeciste, y hoy también, por quien te lo agradecerá hasta el fin de los tiempos. Hoy comenzarás a mejorar. Y no ha sido efecto de algo notivo en la alimentación, has tenido una oclusión intestinal, por motivos varios.

Dios está contigo. Es su voluntad, que fueras ayudando al necesitado.

El temor de Dios hará, que muchos, miren al cielo y supliquen piedad y misericordia. El temor del hombre al mal será duplicado, por falta de consideración por los más aflijidos. Y los limpios de corazón serán protegidos, por la voluntad del Padre, como del HIjo, así como del Espíritu Santo. 



El Papa explica el temor de Dios durante catequesis de audiencia general | Papa

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