MENSAJE DUCENTÉSIMO CUADRAGÉSIMO NOVENO
(la Inmaculada Concepción de María)
Hoy en día, son pocos los que creen en el gran misterio de La Inmaculada Concepción de María, y muchos dudan de su veracidad.
Hoy en día, es todo un contra sentido. Se cree en la magia, se cuentan cuentos e historia cambiadas, según la convicción política del autor, en su momento.
Hoy en día, nadie quiere saber nada más que divertirse, chatear por el móvil y conocer gente nueva, que no dice una sola verdad.
Hoy en día, se vive en una gran contrariedad, llena de sorpresas e ilusiones disfrazadas de banalidad, y a ver quién puede más.
La pureza de los sentimientos y la dedicación a ser honestos es tarea de pocos, y así va el mundo, envuelto en toda una gran incredulidad.
La Iglesia misma está dividida y no consigue llegar al pueblo, porque el pueblo ya no está.
El pueblo está dividido y hasta en las grandes ciudades el malestar de la independencia, también, hace oídos sordos a la verdad.
Tiempos difíciles, tiempos que se asemejan no a un pasado muy lejano.
Tiempos de guerra y hambre, y de gran incredulidad.
Mientras unos juegan en grandes casinos, otros no pueden trabajar, ni que llevar a sus hijos para comer cada día. Y una vez más, la injusticia e incredulidad en el día a día lo vemos, pero nos da igual, cada uno en su lugar.
Tiempos de guerras y guerrillas.
Tiempos de inconformidad y devastación, como de corrupción y deshechos morales.
Tiempos de volver atrás, donde se luchaba por la unidad, y la familia se mantenía por un orden moral y religioso.
Tiempos de estrecheces, pero de reflexión y aprietos para aprender la lección.
Tiempos donde María, La Inmaculada Concepción, volverá con su llanto a dar testimonio, como lo dio en Ezquioga (Guipúzcoa), antes de estallar la guerra civil y la segunda guerra mundial.
Tiempos de reconciliación con el bien, y aplastar al mal.
Tiempos de verdaderos milagros que se verán en el cielo para todo el mundo, sin importar raza ni condición social.
Tiempos de realzar al Cristo Jesús el Nazareno, y de separar el trigo de la paja, donde se encontrarán las serpientes escondidas, para envenenar a todos aquellos que no sean capaces de discernir, la paja en el ojo ajeno, ni la suya propia.
Aventando el trigo
IRGEN DE EZQUIOGA: PROFECIAS PARA ESPAÑA Y EL MUNDO - CATÁSTROFES - GUERRA - APOCALIPSIS
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LA GRAN HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA - EPISODIO 1
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