298. MENSAJE DUCENTÉSIMO NONAGÉSIMO OCTAVO
(Santa Teresa de Calcuta)
Enseña a los pobres el Rosario en familia
En 1947 Santa Teresa de Calcuta tuvo una visión en la que le trasmite el papel central y decisivo que habría de jugar la Virgen María en cada aspecto de su vida y misión. Nuestra Señora se convierte, desde ese momento, en un puente a través del cual Madre Teresa pone en contacto a los pobres con Jesús crucificado, con el Dios sediento de los desheredados, con el Dios que anhela amarlos con locura y, a la vez, ser amado por ellos.
La visión se divide en tres partes.
En la primera escena, Madre Teresa ve no sólo la difícil y dolorosa situación de los pobres, sino además, la aún mayor indigencia interior oculta tras su miseria material. Este gentío está tratando de llegar hasta ella.
En una segunda imagen, aparece la misma multitud de pobres. Esta vez la Virgen María se encuentra en medio de ellos y Madre Teresa de rodillas a su lado. La Madre de Dios le exhorta:
"Cuida de ellos, son míos...Llévalos a Jesús. No temas, enséñales a rezar el Rosario en familia, y todo estará bien".
En la tercera escena está la idéntica muchedumbre anterior, pero, esta vez, cubierta con tinieblas. Allí, en medio de la turba angustiada, se encuentra Jesús en la Cruz y Nuestra Señora delante de Él, pero aquellos no parecen darse cuenta de la divina providencia.
Jesús se dirige a Madre Teresa:
"Yo te lo he pedido. Ella, mi Madre, te lo ha pedido. ¿Vas ha negarte a hacerla por Mí..., cuidar de ellos, traerlos a Mí?"
Después de esto, la total existencia de la Santa de Calcuta estuvo dirigida a devolver a Dios el amor inconmensurable que el Padre derramó en Cristo crucificado, presente en la Eucaristía, que moraba en su corazón y se encontraba escondido en los más necesitados:
"La bocetada que recibió, el escupir en su cara, la coronación de espinas, la flagelación, quitarle su ropa, la crucifixión...poner su cruz en el centro, mostrando que Él era peor que los otros dos.
El entierro en la tumba de otra persona, todos estos gestos y mucho otros, especialmente el terrible anhelo de ser amado, la terrible soledad, el terrible sentimiento de dolor de Su Madre. Todas éstas son muestras del amor con que Él te amó, a ti y a mí".
Animó a muchos a buscar a Dios con la oración del Rosario
Madre Teresa, siguiendo la exhortación de la pequeña de Nazaret en la segunda parte de la visión, insistía mucho en honrarla con el Rosario y demostrarle nuestro amor "trabajando por su Hijo Jesús, con Él y para Él".
Y recomendaba, además del famoso Memorare de San Bernardo, el rezo de la siguiente oración:
"María, Madre de Jesús y de cuantos participan e su ministerio sacerdotal, acudimos a Ti como hijos a su Madre. Ya no somos niños, sino adultos que , de todo corazón, desean ser hijos de Dios. Nuestra condición humana es débil, por eso suplicamos tu ayuda maternal, para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades. Ruega por nosotros para que podamos ser personas de oración.
Invocamos tu protección para permanecer libres del pecado. Invocamos tu amor para que el amor pueda reinar, y seamos compasivos y generosos a la hora de perdonar. Invocamos tu bendición para que podamos ser imagen de tu Hijo, Señor y Salvador nuestro, Jesucristo. Amén."
La Madre Teresa de Calcuta - Documental
Madre Teresa de Calcuta - Entrevista de Daniel Hadad - DiFilm (1996)
