MENSAJE CENTÉSIMO CUADRAGÉSIMOSEGUNDO
( Las Maravillas Celestiales)
El Cóndor pasa, pero el silencio retumba en su fugaz estallido.
Así será el clímax, del cambio climático.
Como el Cóndor, acelerando su potencia al máximo; y sin previo aviso.
Los avisos de programas inteligentes, en la red de redes, como en ciertos programas informativos, de R-TV, nos dan a conocer lo que ha de suceder. Pero, como el Cóndor, no se sabe cuándo.
Las Vitaminas Esenciales, para una renovación del propio planeta, es la Unidad. Y el traslado de elementos, nocivos y contaminadores, de los principales ríos y caudales; como, de los océanos más dispersos, por sus corrientes múltiples marinas.
Enterrar el pasado no sirve de nada; porque, más tarde y más temprano, saldrá a la luz, todo aquello que, la propia Tierra escupe, por su propia defensa, contra las agresiones a la naturaleza.
¡¡Vuestra propia naturaleza!!
Y, de la de los vecinos, vuestros hermanos Terrícolas, que vivís en continua discordia y disociación de ideas.
El progreso mal enfocado, por los intereses del Poder Autóctono y el Global, de Países financieros, os están destruyendo la capacidad de reacción y respuesta, a "Manos limpias" y al "Basta ya".
Hermanos, hoy nadie está fuera del buen entendimiento; de lo que significaría, la autodestrucción de un planeta, tan viejo y sutil, como es el Sol y las Estrellas.
NO DEJÉIS QUE OS EMBAUQUEN A MOCIONES OBTUSAS, Y AL DESAJUSTE GRAVITACIONAL.
Porque la Tierra se está descompensando; y el estallido, puede ser por "Fuerza Mayor".
Y sus consecuencias adimensionales, tanto en el Mar, como en Tierra; y, tanto en la superficie Terrestre, como en la biosfera y la estratosfera.
Radicalizando un atraso en el tiempo; y, las consecuencias de su enfriamiento crucial, de toda la superficie de la Tierra.
Volved atrás; y, colaborad con las "Manos Limpias", para poder aportar una nueva conducta donde, "el egocentrismo de muchos, sea aplastado y decapitado", para vencer al "servicio del mal, y a todos sus eruditos".
¡Orad con el corazón!
Para que ésta sin razón, del Ser, no comulgue, con ruedas de molino; y deje fluir, la Savia Pura, del mismo Hijo del Dios, Omnipotente y Omnipresente.
Y, que La Madre Universal, María La Inmaculada Concepción, nos cubra con su manto y nos proteja, de las tinieblas del mal, en su Amor Infinito de Madre, nos preserve: Justos, Humildes y Serenos; ante tanta atrocidad, para ser testigos de que Dios, es quien da, Amor y Paz.
Y, que el Hombre debe extender la mano, con gratitud y serenidad.
Y pactar una nueva alianza, donde el mal sea derrotado, hasta el fin de los días. Amén. (Así sea).
Santiago Apóstol 1,2..
Santiago Apóstol
Ignacio de Loyola
