26 de diciembre de 2023

Jueves 21/12/2023






MENSAJE 529

El dolor de una madre es inconcebible.

El dolor de un hijo cuando pierde a su madre es soportable,

Si en el camino la fe ha alcanzado la gracia de la vida eterna..

PUES YO OS DIGO: 

Que el sufrimiento de María por todos sus hijos, es inconcebible,e cuando ellos hacen oídos sordos, y se desvían por caminos maltrechos.     

El dolor de una madre es inconcebible, cuando le arrebatan la vida de su ser más querido.

El dolor de una madre es entrega y devoción por sus hijos, y ella, da la vida por recuperarlos.

Es así como María Madre de Dios y nuestra, quiere que volváis a vuestro verdadero hogar, y junto a ella. 

Para daros el amor y la ternura, que aquí no encontráis,

Para daros la esperanza cuando la perdéis. 

Cuando miráis al cielo y pedís justicia.

Cuando el aliento se seca, y seca toda sustancia de vida.

Y el desaliento hace más difícil el entendimiento de que Dios existe.

¿Por qué no separa el mal de raíz?

Y¿por qué los justos son los más afectados?  

Pero Dios es EL TODO y formamos parte de Él. 

Por ello, nos da valor al final de la cuenta atrás, para revivir y sentir la alegría de la redención de nuestras almas renovadas. 

Para volver a ser ángeles con luz propia que iluminen el sendero de aquellos que aún hoy, no lo conocen.

Abrid las alas del entendimiento común y hallaréis la respuesta del bien y el buen hacer de Dios. 

Para todos nosotros, los herederos y los desheredados, de la Tierra que nos fue creada, por Gloria Divina del Padre Omnipotente y Omnipresente.

Abrid los oídos sordos y escucharéis Su Voz.

Para daros la fe que cada día debéis alimentar. 

Con vuestras oraciones por vosotros mismos,  y por los más necesitados, los más desfavorecidos, los desheredados de la Tierra, por el Hombre  

Y hallaréis la infinita misericordia de la Unidad Absoluta.

Para regenerar lo ya perdido, y multiplicar los peces, y los panes, en un mundo justo, y rehabilitado por El mismo Dios.

 Alabad a la madre que os dio el sendero de la luz.

 Alabad a la madre que no os olvidó en su martirio, ni en su desamor.

Alabad a vuestra madre María, la Inmaculada Concepción, porque por ella, Dios mismo vendrá con su reino.

Para extirpar el mal de raíz, y dar esperanza al desposeído del bien.

Así como acrecentar el bien en los limpios de corazón, y en los humildes, donará la Tierra prometida que un día, nuestros antepasados no supieron valorar, cuanto menos gobernar.

Alabad a Dios en vuestras inquietudes y necesidades y Él, os dará la paz y la calma para rehabilitar vuestra existencia, según vuestros frutos.

Alabad al Señor, Rey de Reyes, porque Él es quien gobierna los Cielos, y gobernará la Tierra que os vio nacer.