MENSAJE DUCENTÉSIMO SEXTO
(El Pilar)
Alma de Dios, el Pilar está dentro de tu corazón noble, porque soporta los abatares e infortunios, no sólo de los tuyos, sino que también de todo aquel que llama a tu puerta. Es decir, todo aquel que te pide ayuda, por lo que representas, aquí en la Tierra.
La colaboración de ser emisaria entre el cielo y la tierra, através de mi, tu guía espiritual, Santiago, hijo mayor del Zebedeo. Tú me viste físicamente. No fue una ilusión óptica, ni mental. E incluso me vio Alí, hinduista de ascendencia, no convencido, y sí atraido por el cristianismo y su gran lider, Jesucristo. Él vio el reverso de la moneda. Es decir, en cualquier país, la moneda representa el lugar, la función de la misma (el intercambio de moneda). Y, en este caso, es del todo espiritual.
Tú viste a un apostol alto, fuerte, como era yo. Bien constituido, atlético y bien formado, como tú misma lo defines, como mujer que eres. Y saber apreciar lo que ves y oyes.
Pero, no oiste mis oraciones. Sólo me viste, en actitud de oración, para darte a entender que el camino, a Dios, le gusta en actitud de oración y súplica. Esta fue la primera enseñanza que te costó mucho sufrimiento y años de preparación solitaria. Pero, sólo físicamente, porque siempre, siempre, he estado y estaré contigo, Mª Elena Nieves, discípula privilegiada del Cantábrico. Como una mariposa, has vuelto a renacer, después de tanta prueba, para seguir siendo mensajera entre los mundos paralelos.
Y ahora, estás en Medujorge, y te preguntas: "Cómo estando tan mal, físicamente y energéticamente, con tanta lucha espiritual, estoy aqúi?"
Y yo te digo: "Hija del Alma, a pesar de que este sacerdote, que te asistió en la reciente confesión, no supo que eras pregonera de la Gran Labor que María, la Inmaculada Concepción trabaja, día y noche, por nosotros, los que estamos ya en el cielo, para ayudar a las Almas descarriadas y a las Almas, como tú, portadoras del parcial conocimiento del Amor Misericordioso, de nuestra y vuestra madre celestial.
Nosotros trabajamos para que, las almas encuentren a Dios en la Tierra, y en el trayecto de la muerte física, al trayecto de la vida eterna. Por ello, tú, pequeña oruga preciosa, de color lila, perteneces al grupo de las crisálidas, para dar aliento espiritual, a todo aquel que te busque y necesite, de tus experiencias y saber profundo, sobre el gran Misterio de la vida y del trayecto a la otra vida, para vosotros, como fue para mi, la muerte física.
Pero, la vida es continua.
Sólo, que se renace hacia la luz,
cuando el Espíritu está alerta y quiere seguir y vivir en Dios.
Cuando, el ser elige vivir para el mundo, a su antojo y para él mismo, nunca éste ser, conseguirá la luz, al final de su trayectoría, en el planeta Tierra. Desgraciadamente, encontrará la oscuridad. Y, quienes fueron los grandes partícipes de ellas, los demonios y su voluntad de seguir, a quien fue el mejor apoderado de los beneficios de Dios. Y éste le traicionó, queriendo ser como él y atrayendo la voluntad de muchos seguidores, para el mal, y poseer la fuerza contra aquellos que no quisieron estar en esta batalla, entre el bien y el mal.
Estos sois vosotros, los que estáis continuando la misma lucha, entre el bien y el mal. Hasta el fin de los tiempos. Porque, en el fin de los tiempos Dios resucitará a quienes le fueron fieles. Y no lo hará a aquellos que le traicionaron. Por eso estáis en este planeta, llamado Tierra, para purificación de vuestra propia genética, através del sufrimiento y las alegrías, como del Amor bien compartido y entendido, como por el egoismo y egocentrismo, que asola la Tierra y devasta la vida de inocentes, víctimas del Amor Universal y unilateral, que se entregan voluntariamente por la fe, en el bien de Dios y de la humanidad.
Alma de Dios, hoy estás en Medujorge, como estaba escrito, a pesar de tus dolores físicos y emocionales. Estás en Tierra Santa. Porque, Jesús y María, diariamente, se manifiestan, através de los videntes.
Vicka está muy enferma. Pero tú has superado la enfermedad principal, y estás para ayudar a las almas desencarnadas, como a todo aquel que te necesite. Ella sigue auxiliando, pese a su grado de enfermedad a los peregrinos, diariamente, porque la Virgen Santísima está con ella, y le da la fuerza de la Fe y de salvar y aliviar Almas.
Tú estás sufriendo, porque tu camino es arduo y pesado, no tienes familia y ayudas a los desesperados y a las almas que están en pecado, como a los que te desgarran energéticamente y diariamente, para encontrar la luz del Resplador más sublime, la Esperanza en ver a Dios. Y descansar sus Almas en las manos de Jesús, el Redentor.
Alma de Dios, Medujorge es tu punto de referencia espiritual, como lo fue Unbe, Ezkioga, Garabandal, el Escorial, La Salette, etc. Pero la diferencia es que, aquí, tú consigues que el mar se abra, y deje paso a las almas que te siguen, desde décadas, para subir al Križevac, como también recurrir antes al auxilio de nuestra y vuestra madre celestial, en el Podrovo, lugar de apariciones simultáneas, a los videntes ya reconocidos por el Pontificado y por la Iglesia del Cristo, el Nazareno. Ellos son los portadores de esta gran labor, como eruditos de María, corresponsal del cielo, aquí en la Tierra. Y está muy contenta con tu sacrificio, a pesar de tus grandes luchas y sufrimientos.
Hoy, día del Pilar en Zaragoza, España, celebran su gloria, y tú estás aquí para celebrar tu gloria. Tú, de tu dedicación a todo aquel que quiere ver, oir y callar. A todo aquel que quiera seguir el sendero de la luz del Cristo, Jesús el Nazareno, a través de su Santa e Inmaculada Madre, María Corredentora, entre el cielo y la tierra, por Amor de Madre, por Amor del Hijo y del Espíritu Santo, que están en comunión con el Todopoderoso, Padre Eterno, Omnipotente y Omnipresente.
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