Jueves 1/2/2024
MENSAJE 534
Más vale sufrir y estar en gracia de Dios, que vivir cómodamente y colmado de placeres, y hallarte lejos del Amor Divino del Señor Jesús de Nazaret. Temes recibir la palabra del verbo, pero el verbo te dice:
Hija, ve y divulga que mi sentimiento hacia la humanidad, está por encima de sus injurias.
El amor de mis hijos, los más selectos, me frenan para dar paso a la Justicia Divina,
Y enseñar a los soberbios, sus faltas y su arrogancia, arrollando sobre ellos, todo lo que han conseguido con su pecado capital; y haciendo que el polvo se levante y tape toda mirada infame.
A mis hijos queridos los han dejado desnudos y sin alimento, para beneficiarse y construir ciudades grandes y más altas como el mal, que les ensalza contra el Amor Universal, quebrando las leyes divinas y deformando las humanas.
La santidad consiste en participar en la vida de Dios, en la trasformación del alma en Dios, en llegar a ser una verdadera imagen y copia d Dios.
Dios se enamora por completo de las almas humildes y se comunica y se entrega a ellas sin reserva.
La humildad de la Virgen fue la que atrajo a Dios a sus purísimas entrañas, Ella lo proclamó así en el Magníficat; "porque se fijó en su humilde esclava" (Lc 1,47)
El Espíritu de Oración; orar es levantar el corazón a Dios, es ponerse en comunicación con Dios y conversas con Él.
La Santísima Virgen María pasaba gran parte de su vida en oración.
María es corredentora, porque se unió perfectamente a Jesús, único Redentor, desde su Concepción hasta su Muerte en la Cruz.
La Redención es, ante todo, un Misterio de Amor de Dios, a los hombres.
María es distribuidora de todas las gracias.
Ella es el canal por el que fluyen hasta nosotros cuantas gracias manan de la Pasión de Jesús.