28 de abril de 2020

Jueves 23/04/2020















338. MENSAJE TRICENTÉSIMO TRIGÉSIMO OCTAVO
(El Tiempo de la espera)


Como todo ser individual, el tiempo de la espera a la renovación de su espíritu, depende única y verdaderamente del Todopoderoso, ya que cada ser evoluciona según sus experiencias personales y familiares.

La personalidad externa está adherida a todas las circunstancias externas, es decir, a la opinión que los demás tienen del Yo, a través de gestos y morfología, como de dialéctica conjuntiva.

Todo tiene un sentido, es decir, el síndrome de Hegel está sometido a la dialéctica conjuntiva,
según el cual «lo absoluto», que también llama «idea», se manifiesta evolutivamente bajo las formas de naturaleza y de espíritu. 

En otras palabras, la dialéctica busca captar una totalidad moviente, donde cada parte está en relación interna con el Todo, es mediada por éste, y a su vez media al todo.

 El ser, en sí, es aquello que se puede distingir por si solo, saber de su propia existencia, y la lucha con su nada, de esta lucha, entre el ser y su nada, nace el devenir...algunos lo confunden con el tiempo, pero es algo más bien metafísico, asociado al destino.

                                                                      Carl G. Jung

“Hasta que no hagas consciente lo que llevas en tu inconsciente, 
este último dirigirá tu vida y tú lo llamarás destino.
 
No debemos pretender comprender el mundo sólo por el intelecto, pues es sólo parte de la verdad. 

La psique humana vive en unión indisoluble con el cuerpo, y tampoco puede haber transformación sin tener en cuenta las emociones.

Todo depende de cómo vemos las cosas, y no de la forma en que son en sí mismas.

Hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad, y la palabra feliz perdería todo sentido si no estuviese equilibrada por la tristeza.

Quien mira hacia afuera, duerme y quien mira hacia adentro, despierta"


Jung La Sabiduria de los Sueños 1ª parte - Una vida de sueños
                                                                  
Las Personas Sombrías - C. G. Jung - Parte 1

Amar Es Perdonar l Padre Ignacio Larragaña