28 de abril de 2014

Jueves 24/04/2014



MENSAJE VIGESIMO QUINTO
(Ángel de la guarda, dulce compañía...)



El corazón del Cristo Jesús El Nazareno, recibe a todo aquel, que le necesite con profunda entrega.

El Corazón del Padre, es tan benevolente, como el de Su propio Hijo.
Y el Corazón del Espíritu Santo, estará siempre, con quienes quieran creer y en quienes crean, así como en quienes necesitan ver para creer.

Ángel de la Guarda, dulce compañía, no nos desampares, ni de noche ni de día...

El Amor de Dios, es tan perfecto, que os da la libertad de elegir el camino de vuestro sendero espiritual y siempre acompañado por un fiel y servicial compañero, vuestro ángel custodio.

Él os asiste en la conciencia, para reprimir los instintos perversos del ángel caído y sus secuaces.
Él os busca en la oscuridad más absoluta, y en la mayor de las desesperaciones, por ello, el amor a la verdad, siempre está a vuestro alcance, basta llamarle en nombre de Jesús y de María, él os atiende y envía vuestras peticiones al mismo tiempo, que vuestra entrega sincera.

Hija del alma, cree que tu ángel, está siempre en tus temores, en tus luchas y sufrimientos, esperando tu encuentro con El Señor, sobre todo los jueves, cuando el Cielo emite lo que El Todopoderoso quiere transmitirte, para que difundas siempre en días pares, lo que es Su Voluntad, acorde con tu entendimiento común y principalmente espiritual.
 
Los Ángeles, seres espirituales, alaban al Señor, y se sirven a sí mismos, con el Amor Divino que les alimenta, y les hace seguir vuestros caminos.

No temas el dolor de tu pierna irá cediendo, cuando Joseba, esté en el final de su rumbo hacia el Unísono, para poder desarrollar el conocimiento espiritual, que en la tierra no quiso, pero tu amor desinteresado, por ayudarle a ver la Cruz del Cristo Jesús, y la fe a quien también está y estará siempre a tu vera, el Santo Padre de Pietrelcina, ha hecho, que él pueda ver el camino hacia el sendero de la luz purificadora, ya que el Padre Pio agradece tu labor, y sin lugar a dudas tu sacrificio personal, en medio de tantas turbulencias y amarguras.
 Te quiere fuerte, y que le des a Jesús y a María tu corazón sufriente para que lo arropen, y no te sientas tan sola y para tener su dulzura, que tanta falta te hace, entre tanto silencio y dolor del alma.

Pides por las almas que van a morir, como por las vivas ya muertas, que esperan tus oraciones, como verdadero rocío espiritual, para calmar su sed de luz y de entendimiento, del amor a fondo perdido.

Nunca te abandonará, porque él te llevará al paraíso, en el momento de tu último aliento. Juntos viajaréis hasta el mismo paraíso, donde la Virgen María, te entregará personalmente tu escapulario, fuente de vida eterna, como Fiel Servidora de Su Gracia, te hará saber que el don divino, que llevas fundido en tu pecho, será difundido más allá de las estrellas, María Elena Nieves.
Tu luz traspasará fronteras, y desde tu pequeño espacio, reúnes sin saberlo a miles de almas, para ayudarlas a creer en El Amor del Padre como del Hijo, así como del Espíritu Santo.
 
Alma del mismo Dios, nadie perturbará tu amor por Él, y nada ni nadie te silenciará, porque eres la difusora de tu verdad, que es la voluntad del Altísimo, Rey de Reyes.



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