8 de marzo de 2017

Jueves 2/03/2017












MENSAJE CENTÉSIMO SEPTUAGÉSIMO CUARTO
(Como en las Murallas de Jericó)


"El Sol reflejaba su poderío,
en las grandes murallas de Jericó"


Moisés nunca pudo llegar a estas tierras, quedándose en el Monte Nebo, su última visión de la Tierra Prometida. Sería Josué quién comandaría esta misión y, siguiendo las indicaciones de Dios, los sacerdotes tocaron sus “trompetas”, el pueblo paseó el Arca de la Alianza y los soldados gritaron,  y con ello los muros cerrados de Jericó se derrumbaron y los israelitas accedieron así a su primer lugar tras el retorno de la esclavitud en Egipto.



Jericó es un Oasis verde. Gracias a sus fuentes, de agua potable, en el Valle del Jordán, a unos 30 kilómetros al Este de Jerusalén; a 7 km. al oeste del río Jordán; a 10 km. al norte del Mar Muerto. Se encuentra a unos 260 metros, bajo el nivel del mar. Es la ciudad más profunda de la tierra, como el Mar Muerto es el lago más profundo.



Jericó, y sus alrededores, están llenos de tesoros religiosos, arqueológicos y naturales.


En las faldas del Monte, está lo que denomina el Monte de las Tentaciones,  donde se albergó Jesús cuarenta días, soportando las tentaciones del Diablo. Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches.

Un monasterio ortodoxo domina la ciudad, anclado en el Monte de las Tentaciones, construido a una altura de 350 metros sobre el nivel del mar. La panorámica, de Jericó, es un verdadero oasis, enmarcado entre las montañas abruptas del Desierto de Judea, el Valle del Jordán, Jordania de fondo y el Mar Muerto. Sin duda un lugar privilegiado de este mundo, desde un punto de vista natural e histórico, con 113 yacimientos de incalculable valor histórico, incluido de sus antiguas murallas.


"Así, el poder del Sol hizo, que esta gran ciudad, volvería a renacer
y a crecer, siendo un oasis, donde Jesús paseaba
y descansaba después de sus reuniones, con el pueblo."


En el Monasterio de la Tentación

Misterios de la Biblia. Las Murallas de Jerico

El Monte de las Tentaciones